A pesar de la reanudación de las relaciones diplomáticas finales del año pasado, Turquía no volverá a la tableta de Israel, conocido como “Los registros de Siloé“.
El disco, de 2.700 años de edad, hecho en piedra, trae escritos realizados en túnel de Ezequías del rey que suministra agua de la fuente de Gion, el estanque de Siloé, en Jerusalén Este.
El texto es considerado uno de los escritos más antiguos de Jerusalén fuera de la Biblia. El mensaje, escrito en un alfabeto paleo-hebreo, tiene una gran importancia arqueológica, ya que confirma la conexión clara de los Judios con su capital.
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En él se describe la construcción mencionada en el Antiguo Testamento (2 Reyes 20 y 2 Crónicas 30). La traducción de los mensajes sería: “Y esta era la forma en que fue perforado: Aunque todavía había ejes, cada uno hacia su compañero, y cuando todavía había tres codos a perforar, había la voz de un hombre que se llama su compañero, porque no había una superposición en la roca a la derecha y la izquierda.
Cuando se abrió el túnel, los cavouqueiros “corte de la roca”, cada hombre hacia su compañero, el hacha contra el hacha; y el agua fluyó desde el resorte hacia el depósito de 1.200 codos, y la altura de la roca por encima de las cabezas de cavouqueiros era de 100 codos“.
Encontrado en 1880 por arqueólogos británicos, que fue cortado de la pared del túnel una década más tarde. La propuesta fue entregada al Imperio Otomano, que controlaba Jerusalén en el tiempo, terminó yendo al Museo Arqueológico de Estambul, donde está hoy. El sitio tiene en su colección otras dos reliquias judías descubiertos en la Tierra Santa.
Desde octubre de 2016, cuando las Naciones Unidas y la UNESCO han llegado anegar los lazos de Judios con el Monte del Templo y Jerusalén, trató de forzar su entrega a los palestinos, el gobierno israelí ha estado utilizando como argumento la existencia de varios registros adicionales bíblicos demostrar lo contrario.
El primer ministro Benjamin Netanyahu ha dicho públicamente que iba a tratar de recuperar algunas de estas piezas, incluyendo la “inscripción de Siloé,” trató de reintegrarla la primera vez en 1998.
A cambio, ofreció “nada“ que estaba en museos de Israel que pertenecieron al antiguo Imperio Otomano. Turquía no ha dado una respuestapública en el momento y ha adoptado la misma estrategia ahora.
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